¿Por qué utilizar injertos óseos sintéticos?
La utilización de biomateriales en la clínica de los dentistas se ha convertido en rutinaria y de extrema importancia para la obtención de la tríade salud, función y estética en las rehabilitaciones con implantes dentarios. Sin embargo, surgen dudas respecto a cuál, cuándo y cómo utilizarlos para que se pueda obtener éxito en las regeneraciones. Los injertos óseos pueden ser obtenidos de diferentes orígenes: autógeno (mismo individuo), alógeno (misma especie), xenogénicos (especies distintas) o aloplásticos (sintéticos). Actúan a través de tres diferentes mecanismos, que pueden o no estar asociados:
1. Osteogénesis:
El crecimiento óseo deriva de células viables. El nuevo hueso es regenerado por los osteoblastos y por las células que se originan en la medula transferida con el injerto, siendo capaz de promover síntesis de nuevo tejido óseo luego después del procedimiento quirúrgico.
2. Osteoinducción:
El crecimiento óseo deriva de células osteoprogenitoras, que se diferencian bajo la influencia de agentes inductores, es decir, se caracteriza por la capacidad de reclutar nuevas células formadoras de hueso para el local injertado.
3. Osteoconducción:
El crecimiento óseo deriva de una neoformación aposicional. Forman un contorno interconectado para depósito y proliferación celular con actividad osteoblástico. Así, posibilitan adhesión, y proliferación para la sedimentación de nuevo hueso y formación de nuevos vasos sanguíneos.
Injertos sintéticos, son en su mayor parte compuestos porcerámicas a base de hidroxiapatita (HA) y ß-fosfato tricálcico (ß-TCP). Ambos son altamente biocompatibles, siendo que la HA posee mayor tiempo de degradación que el ß-TCP8 (fig.1). Asociados a la evolución de la ciencia regenerativa, han ganado mucho espacio en el medio odontológico debido a las limitaciones de los injertos autógenos, alógenos y xenogénicos. Poseen ventajas de no ser patológicos, prontamente disponibles y pueden ser procesados de acuerdo con sus propiedades físico químicas, a pesar de no poseer las propiedades de osteogénesis y osteinducción.
La hidroxiapatita es usada en diversas áreas médicas debido a sus características químicas y estructurales. No causan una respuesta inflamatoria exacerbada o indeseada y no son antigénicas ni cancerígenas8. El ß-TCP es altamente osteoconductor, con enorme capacidad de reabsorción, presentando resultados clínicos e histológicos muy satisfactorios comparado con otras cerámicas, tanto en animales como en humanos.
Compuestos puros de ß-TCP no presentan un balance entre la tasa de reabsorción y la formación ósea, necesitando ser asociado a la HA para mantener un contorno en el área implantada por más tiempo. La medida que el ß-TCP es absorbido, más espacios quedan disponibles para ser rellenados por las células osteoprogenitoras, acelerando el proceso de regeneración ósea.
Los resultados clínicos esperados y el comportamiento de los biomateriales son directamente influenciados por sus características mecánicas, proporción, composición físico química, tamaño y morfología de sus partículas.
Materiales sintéticos con estructuras nanométricas se presentan como la mejor elección para procedimientos de injerto, pues mimetizan el hueso natural que es nanoestructurado (compuesto por nanocristales de HA y nanofibras de colágeno), asumiendo una estructura interconectada altamente porosa4, que favorece la vascularización, migración de osteoblastos y deposición ósea.
Desde el punto de vista bioquímico, micro y nano poros permiten aún una mejor oxigenación del tejido óseo en formación, por la presencia de agrupamientos químicos específicos en las interfaces del biomaterial, además de elevar la adhesión de osteoblastos entre esas células y el biomaterial.
El tamaño de los gránulos de HA interfiere en la producción de varias citocinas. Gránulos esféricos de HA (de 150 a 300 micrómetros) inducen la menores cantidades de IL-6 y TNF- alfa (relacionadas a la activación de osteoclastos) y también pueden estimular la producción de IL-18 lo que lleva a una menor cantidad de osteoclastos. Este balance entre menores niveles de IL-6 y TNF- alfa, conjugado a una elevación) en los niveles de IL-18 puede llevar a una mayor cantidad de tejido óseo.
Composición
Entre las indicaciones de los injertos sintéticos, podemos nombrar:
Reconstrucción (horizontal y/o vertical) en casos de defecto óseo en el reborde alveolar.
Elevación del seno maxilar (sinus lift).
Biomateriales a base de fosfato de calcio bifásico han presentado resultados seguros, previsibles y muy confiables. Investigaciones científicas y los propios resultados clínicos han demostrado el elevado potencial regenerativo de los biomateriales sintéticos, con performance semejante e incluso superior para estos cuando comparados a las marcas conocidas de origen animal. Eso se debe a la asociación de las características químicas, físicas y morfológicas (relacionadas a la porosidad), asociadas a los beneficios económicos y de menor morbilidad posibilitados por esos biomateriales.
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